El logopeda en la recuperación tras un ictus

El ictus, o también conocido como infarto cerebral, es una alteración en el flujo normal de sangre que llega al cerebro y que puede provocar un Daño Cerebral Adquirido (DCA). El ictus tiene un gran impacto sanitario y social dada su gran incidencia y prevalencia. Se trata de la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia después de la enfermedad de Alzheimer (1).

¿Cuáles son las principales secuelas del ictus?

En función del área del cerebro afectada pueden producirse síntomas diferentes.

Cuando el ictus afecta a la región izquierda del cerebro, la parte afectada será la derecha del cuerpo (y la izquierda de la cara). Se podrán dar alguno de estos síntomas:

  • Parálisis del lado derecho del cuerpo
  • Problemas del habla o del lenguaje
  • Estilo de comportamiento cauto, enlentecido
  • Pérdida de memoria

Si por el contrario, la parte afectada es la región derecha del cerebro, será la parte izquierda del cuerpo la que tendrá problemas:

  • Parálisis del lado izquierdo del cuerpo
  • Problemas en la visión
  • Comportamiento inquisitivo, acelerado
  • Pérdida de memoria

Es por tanto necesaria, en la rehabilitación del ictus, la colaboración de diferentes profesionales: neurólogo, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, logopeda, psicólogo… y realizar una rehabilitación de manera multidisciplinar.

Actuación del logopeda

El logopeda se encarga de la rehabilitación en los aspectos del lenguaje, la voz y la deglución que se encuentren dañados después del ictus. Estos son los problemas más habituales y la forma de intervenir del logopeda en ellos:

Los pacientes pueden presentar afasia, esto es, alteraciones en la capacidad de elaborar, emitir y/o comprender el lenguaje en alguna o todas las modalidades (oral, escrito y gestual). En función de la extensión de la lesión y la localización de esta, distinguiremos diferentes tipos de afasia con una determinada sintomatología. En la práctica, no es tan importante dar nombre al tipo de afasia que tiene el paciente, sin embargo, sí lo es, identificar cuáles son las áreas y conexiones dañadas y preservadas dentro del modelo neuropsicológico del lenguaje. El logopeda rehabilitará las áreas y conexiones dañadas aprovechando las preservadas.


Puede aparecer disartria, es decir, problemas en la producción de los sonidos del habla ocasionados por parálisis, debilidad o incoordinación de la musculatura que participa en el habla. Así, se alteran los mecanismos que participan en la producción del habla: respiración, fonación, articulación, resonancia y prosodia. Será el logopeda el encargado en intervenir sobre estos.


Algunos pacientes pueden presentar parálisis faciales tras un ictus, la cual afecta a la movilidad de los músculos de la cara. Para la rehabilitación de esta, se plantean una serie de actividades y ejercicios encaminados a aumentar la fuerza y movilidad de los músculos faciales afectados por la parálisis.


Pueden presentar dificultades al deglutir (tragar), ya que se ve afectada la musculatura impidiendo que los músculos y los nervios del esófago funcionen correctamente. Esto supondrá un problema en la eficacia o la seguridad de la deglución provocando aspiraciones, desnutrición o deshidratación. Por ello, es necesario que el logopeda realice una intervención y adapte las dietas de los pacientes.


La alimentación de forma segura y eficaz es un proceso de supervivencia; y el lenguaje y la comunicación, el vínculo de interacción social. Por este motivo, la labor del logopeda cobra vital importancia para la recuperación de estos. Será necesaria una rehabilitación individualizada centrada en los objetivos que haga recuperar al paciente todas las actividades de la vida diaria.

En resumen…

Referencias:

(1) Ruano, P. G., Arrieta, N. R. G., & Suárez, C. (2002). Abordaje del accidente cerebro vascular. Información Terapéutica del Sistema Nacional de Salud, 26(4), 93-106.

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